Nada
Juan Carlos Castellanos
Alzando sus ojos, lentamente, observó tras sus párpados: una masa informe de nervios y músculos. Fue más adentro, y no había más que líquidos viscosos recorriendo sus venas. Nada. Sólo nada: eso era.
Nada
Juan Carlos Castellanos
Alzando sus ojos, lentamente, observó tras sus párpados: una masa informe de nervios y músculos. Fue más adentro, y no había más que líquidos viscosos recorriendo sus venas. Nada. Sólo nada: eso era.
De vuelta al confinamiento. No había más qué hacer que esperar a que terminara la pandemia. La puerta de junto al baño la seguía hostigando,...
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